Si
intentáramos medir la distancia entre cada letra del alfabeto, el tiempo—asesino
de instantes y galaxias escondidas del ser humano— no lo permitiría. No alcanza
la velocidad para observar los lunares de la luna o el sol que esconde lo verde
del espacio; porque para un escritor, el tiempo que se pierde para encontrarse
en el viento que agoniza con las caricias de cada hoja de papel, se convierte
en asesino. ¡Que el tiempo no nos mate,
que nos encuentre en cada suspiro de la A a la Z!
Autora:
Andree Julieth Villota Realpe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario