Si
supiera cómo dejarme al menos un momento
me
dejaría.
Me
convencería de mi ausencia por un segundo,
pero en realidad me dejaría del todo.
Me
haría creer que no estoy sola,
pero
en realidad me abandonaría
y
no regresaría jamás.
Nadie
quiere estar al lado de un bipolar,
nadie
y yo soy ese nadie que más detesto
Quisiera
dejarme al menos un momento
poder
descansar de mí.
Quisiera
salir por mis ojos
Y
no quedar ahogada en cada una de mis lágrimas
No
sentirme tan miserable y vacía.
Quisiera
irme de este lugar tan interno,
vivir
sin amenazas y habitar otros cuerpos sin miedos,
otras
mentes lúcidas
Porque
la mía está casi siempre ausente.
Quisiera
irme de acá,
irme
a volar con alas
porque
yo siempre me corto
cuando
empiezo cada vuelo .
Quisiera
saber que yo no existo,
saberme
libre,
saberme
sin mí
pero
no,
aún
puedo escribir con mis adentros
tal
vez sea esa la razón,
la
única razón por la que del todo no muero.
Liberémonos de nuestras vestiduras, de nuestros cabellos, de nuestra piel, que se nos vacíen los ojos y queden solamente nuestras cuatro cuencas vacías, y así ligeritas, solo con nuestros esqueletos salir a jugar como unas niñas chiquitas, salir al parque y correr como si estuviéramos poseídas de un espíritu mágico ancestral, poseídas de poesía lanzarnos a volar como los pajaritos del cielo tan librecitos, tan ajenos de la vida terrestre, y así contentas, librecitas de nuestro peso y carga impulsarnos velozmente para no volver jamás.
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