domingo, 14 de octubre de 2018

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A Sofía Jael Ward Villota

Mientras en los bosques áridos de la Amazonía cae nieve, Sofía se abraza a mi pierna, tratando de brindarme calor, yo no estoy allá con ella, no abrazo sus cabellos rubios ni ella abraza los míos, sus ojos permanecen muertos y su boca no dice mucho, siento su autismo palpitando en mis raíces y entonces, de nuevo comienza a desvanecerse… como en aquella finca deshabitada en la que por primera vez pude sentir su cabello, toda ella se levantaba por los aires: sus ilusiones, su mirada al vacío, su genio, sus sentires profundos.

Que tu vida se desoje poquito, que tantos infiernos no salgan de ti, que cada aparición que altera tus sentidos no te desborde, que nunca saltes al vacío, quise decirle… pero ella, ya no estaba y yo me estaba yendo como cuando era una pequeña anciana entonces sí… Nos encontramos mañana, morimos el hoy y vivimos en cada ir y venir de los viajes que nunca entendimos pero que aprendimos a soportar con el baile de nuestro cuerpo…

¿Será acaso que algunas células nunca despegaron por completo?

¿Será que podré seguirte viendo en los bosques, en mi alma?

Nunca te olvidé...

De "Revista Awasca. No. 29". Sección Narrativa  (2017)
Autora: Andree Julieth Villota Realpe



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