Quisiera llegar a la profundidad de mi mente,
pero cuando comienzo a nadar en ese océano,
siempre suceden dos cosas:
o me ahogo o me muero.
A mí me gusta el ahogo
y también me gusta morir
Pero…
Hay un problema en todo esto:
Nadie me quiere ahogada,
nadie me quiere muerta,
en realidad,
nadie me quiere de ninguna forma.
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