miércoles, 30 de septiembre de 2015

NOTHING ENOUGH

Quisiera llegar a la profundidad de mi mente,
pero cuando comienzo a nadar en ese océano,
siempre suceden dos cosas:
o me ahogo o me muero.

A mí me gusta el ahogo
y también me gusta morir
Pero…
Hay un problema en todo esto:
Nadie me quiere ahogada,
nadie me quiere muerta,
en realidad,
nadie me quiere de ninguna forma.


jueves, 10 de septiembre de 2015

EL POEMA

El poema me encuentra, existe en mi mente durante varios días antes de llegar a la hoja de papel. Se suspende y me suspende en puntos suspensivos e infinitos que muerden con fuerza; siempre, con tanta fuerza que cuando llega el tiempo que parece que no transcurre ya ha llegado un nuevo poema y así, así se mueve mi vida entre las ideas de incontables presencias que gritan en mi oído y entre las “otras” que los escuchan y me transcriben. No hay colores en ella, no hay deseos opacos, sólo hay eternidad de lo innombrable y fantasía de lo inimaginable. ¡Así vivo yo! Detrás de mí, delante de mí, encima de mí, a los lados de mí y cada una de esas vivencias que cuando escribo olvido, viven queriendo más vida: la palabra, la letra, el poema. ¡Así vivo! Creyendo en mis puntos suspensivos y en cada mirada de todos mis “yo” que me gritan, me leen y me escriben.


Si a este instante de creación (donde se puede ser y no, a la vez) no se llama vida, realmente ésta no existe, mis “yo” no existen, y nada existe. Pero… yo creo que si existo, si vivo, si soy. ¡Vivo cuando el poema me crea y no cuando yo busco créarlo!